El Mark I fue un vehículo sobre orugas desarrollado por el Ejército Británico durante la Primera Guerra Mundial y el primer tanque del mundo. El Mark I entró en servicio en agosto de 1916 en la Batalla de la Somme. Nacido para romper el dominio de las trincheras y ametralladoras, se le llamó "tanque" para mantener su secreto y ocultar su propósito, cruzar trincheras, resistir disparos de armas ligeras, viajar a través de terreno difícil, transportar pertrechos y capturar posiciones enemigas fortificadas.

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