Durante su tradicional entrevista televisada del 14 de julio de 2002, el Presidente de la República de Francia, expresó su rechazo a considerar como una fatalidad el hecho de que las carreteras francesas figuraran entre las más peligrosas de Europa. Para acabar con esta idea, convirtió la lucha contra la inseguridad víal en una de las tres grandes tareas de su quinquenio, junto con la lucha contra el cáncer y la integración de los discapacitados.

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